el hombre que me ama


        El hombre que me ama tiene la mirada tranquila, las manos enormes, los hombros caídos, los brazos contenedores, la columna gastada, los oídos débiles, la garganta fuerte, la mente clara, la paciencia de un monje y la palabra justa.

        El hombre que me ama, lo hace de una manera inexplicable, sin medida,  lo hace sin importar mis gritos, mis caras largas, mis enojos, mis frustraciones. Este hombre, el que Dios puso en mi camino para aprender tantas cosas, tiene nombre y apellido. 

        El hombre que me ama, de esta manera, incondicional, se llama Alfredo Abrazian, y ni en mis más locos sueños imaginé sentir mi corazón tan dichoso. Él , es el hombre que dice:  ya se te va a pasar Moni, relajá,  y con ese vozarrón ,  dice al oído, tranquila mi loquita, tranquila. Y pareciera que se vino un huracán, que me sopló al oído, pero después llega la calma, el agua mansa que invita a replantear, a barajar y dar de nuevo.

    Muchas veces me pregunté, el porqué de esta relación tan dispar;

 Él, agua mansa.Yo turbulencia,

 Él,  hablar pausado.Yo , verborrágica, casi vomitiva.

 Él , de andar tranquilo.Yo, al trote, galopando,

Él, escaneando.Yo,  paneo general.

 Él , comprando todo hecho.Yo, reciclando y  cirujeando.

El, un libro cada 3 meses.Yo, uno por semana.

Él, camarones. Yo, salchichas con puré.

Él, agua, yo una Coronita.

Él, coches premium. Yo,todavía extrañando el Ford Ka rojo, sin aire y con la ventanilla rota.

    Y aquí, hoy después de tantos años de vida compartida, de días buenos y malos, de más  hoteles y menos hospitales, de aviones, autos, barcos, góndolas y colectivos, de complicidades,  de galletitas con picadillo y salmones, de agua con limón y buenos vinos, de proyectos truncos y re hechos, se me viene a la mente las ganas de describirlo.

    Él, siempre tiene la respuesta justa, la palabra certera, la calma , el ¨parate¨ necesario, la experiencia de los años, sabe del dolor, ha estado en el cielo y el infierno, conoció el hambre, la fama, el poder, la gloria, y tanto más.

    Ese hombre cuando me  ve llorando no se espanta, no me juzga, y sí, me enseña al hablarme, y aprende también al escucharme.

    El hombre que me ama, tiene un scaner incorporado que con sólo ver o escuchar dos palabras a una persona, lo semblantea, e imprime el veredicto. Y esa , la primera impresión, jamás falla.

    El hombre que me ama, conmigo volvió a ser niño, o encontró a ese niño perdido que estaba dentro, escondido, muy adentro de su corazón. Hoy , ver una mariposa Monarca es un logro que sólo nosotros festejamos, con este tema de los incendios, el humo, y el calor, estas bellezas casi no nos visitaban, y ayer, verlo parar la máquina de cortar pasto , para gritar a viva voz: Moni, Moni, vení, rápido....Moni....una Monarca, una Monarca !!! me llena el pecho de ternura.

    Ese hombre, el que me ama, el Viejis que mis nietos adoran, y a quienes este hombre deslizó todo su amor, ese hombre, tiene casi 82 años, y una cabeza llena de proyectos, muchos sueños,  viajes prestos en la galera, destinos inciertos, y metas coherentes y alcanzables.

    Este hombre de cuerpo cansado, ajetreado, de hombros caídos, todos los días, saca de donde puede una sonrisa, y me dice Buen día amor, cómo amaneciste ?

    De ese hombre, debo tener miedo de decir, por ejemplo: Qué lindo el autito ese, pequeñito de la película Bourne, porque a la semana me regala un minicooper, y ni hablar de cuando me enamoré de un Motorhome personalizado, casi, casi, que lo tuvimos en casa. Ése, es el hombre que me ama, a su manera y a su medida, con sus miserias y con sus heridas, con su caracter y con su templanza, con sus miedos y con sus certezas. Ese hombre, me ama como puede y como a nadie. El que no sabe preparar un mate y los domingos se pone el delantal de asador y en 30 minutos le sale el asadito express para los dos.

    Ese hombre, el que me ama, es el que come los guisos más desabridos e insulsos que yo pueda cocinar, y mientras lo hace, dice Wowww que exquisitez !! y no puedo no largarme una carcajada, y no puedo no amarlo de la misma e incondicional forma de amar.

Ése, es el hombre que ama, y de quien puedo escribir un libro relatando su vida. Las horas de charlas, de ruta compartida, de largas esperas, de tanto vivir, disfrutar, sufrir, llorar, sonreir, caer, levantarse, volver a empezar.

El hombre que me ama...sabe que lo amo







Comentarios

  1. Maravilloso, brindo por ese amor, por muchos encuentros y momentos de felicidad, los quiero y aprecio

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