Mókira

          El hombre que me ama tiene la mirada tranquila, las manos enormes, los hombros caídos, los brazos contenedores, la columna gastada, los oídos débiles, la garganta fuerte, la mente clara, la paciencia de un monje y la palabra justa.           El hombre que me ama, lo hace de una manera inexplicable, sin medida,  lo hace sin importar mis gritos, mis caras largas, mis enojos, mis frustraciones. Este hombre, el que Dios puso en mi camino para aprender tantas cosas, tiene nombre y apellido.            El hombre que me ama, de esta manera, incondicional, se llama Alfredo Abrazian, y ni en mis más locos sueños imaginé sentir mi corazón tan dichoso. Él , es el hombre que dice:  ya se te va a pasar Moni, relajá,  y con ese vozarrón ,  dice al oído, tranquila mi loquita, tranquila. Y pareciera que se vino un huracán, que me sopló al oído, pero después llega la calma, el agu...

Esta historia arranca allá por el año 2008 ó 2009, cuando mi situación económica era un caos, si bien tenía empleo, el dinero no alcanzaba. Por entonces criaba como podía a mi hijo adolescente y todo lo que eso conlleva , trabajaba entonces en el Sindicato de Camioneros, y el sueldo me alcanzaba para pagar las deudas contraídas antes de conseguir ese empleo, y para sobrevivir. Tenía entonces un Ford Ka rojo, estacionado en el garaje, como no tenía dinero para el combustible, lo dejaba ahí, y caminaba las 20 cuadras hasta el Sindicato. Mis días transcurrían de casa al trabajo y del trabajo a casa, me levantaba a las 6 am, organizaba las cosas para que el adolescente almorzara y caminaba rapidito al trabajo, 9 horas diarias seguidas, almorzaba alguna pavada por supuesto, y a las 5 de la tarde, caminaba otra vez hasta casa. Hacía meses que ni siquiera iba al centro, no me compraba un solo trapo, sólo trabajaba y esperaba con ansias el 25 de cada mes, a que cerrara la tarjeta para pod...

Es un periodista argentino que se hizo conocido por ser el Batman de Times Square. Yo lo venía siguiendo en las redes y pensé, que bueno sería que lo encuentre por allá, ¿no? Cuando viajamos en Octubre del 2019, una vez más a la ciudad que nunca duerme, justito justito se daba el desfile de la Hispanidad, por la 5ta avenida . Éste, es un desfile que reúne a todas las comunidades latinas residentes que se engalanan para mostrar su cultura, tradiciones y su folclore. Es así que mientras el viejis fue a una Misa Góspel en Harlem, yo, me puse la camiseta de Argentina y caminé en busca del Batman de Times Square a quien días antes escribí vía twitter. Sólo sabía que se llamaba Patricio, y allí me mandé. Sabía que estaría por la 42, así que caminé y caminé, a medida que avanzaba iba encontrando a los grupos de los diferentes países, todos reunidos previos al desfile, con sus vestimentas típicas, sus banderas, y hasta pequeñas carrozas, sigo caminando hasta que veo banderas argentinas ...

Cuando el viejis me dijo, vamos a Palma de Mallorca, me puse a mirar el mapa y los lugares que quisiera conocer, entre tantas playas y caletas, encontré que Rafa Nadal tiene un Museo en su ciudad natal. Como queda en las afueras de Manacor, lo dejamos para los últimos días en que estaríamos en la isla. Durante la estadía nos hicimos amigos de un taxista que hablaba catalán y español, lógico. Martín nos llevó a recorrer la isla todos los días, forjamos una hermosa amistad que perdura hasta el día de hoy, vía mensajes y video llamadas, como todo en esta época. El vuelo de regreso a Barcelona lo tomaríamos a las 4 de la tarde, lo que nos daba el tiempo para ir al Museo durante la mañana, Cuando llegamos, Martín hablando en catalán, pregunta si Rafa estaba en el predio, a lo que dijeron que sí. Entonces nos ponemos a recorrer todas las canchas, quizá lo encontrábamos, quizá sí, quizá no. Estaba en juego nuestra suerte y las ganas de sacarnos una foto con él. Entre los 3 entrábamos y ...

Nochebuena en New York, más precisamente en el restaurant giratorio del Hotel Marriot Marquis, el The View, por la 46 cerca de Broadway, no recuerdo con exactitud , pero en pleno Times Square. Después de subir y bajar las escaleras rojas, de sacarnos fotos con todos los superhéroes que están a la pesca, de mezclarnos entre la gente, de oír tantos idiomas diferentes, de maravillarnos con las infinitas luces que nunca se apagan, llegamos al restaurante. Demasiado bonito, gente muy bien vestida , como en verano casi, y nosotros que no sabíamos que el guardarropa estaba en la planta baja, subimos con nuestras camperitas de plumas de UniQlo , menchos , naaaa) Nos sacamos los abrigos, camperita, gorra, guantes y bufandas, y nos ubicaron, muy tranquilo, y con un mozo que hablaba español. De verdad que el lugar es soñado, ver a Manhattan girar a tu alrededor, no tiene precio. Vi a un hombre alto, lindo y me pareció reconocer su cara. Preguntamos al mozo, y nos cuenta que es Liev Sch...

Dos cosas puntuales que me pasaron en este paradisíaco destino. La primera fue en la fila de entrada a la isla, en el aeropuerto. Desde el avión ya divisé el color turquesa del mar, nunca antes visto. Un turquesa que parece mágico, que enamora, que no podés dejar de mirar, arenas blancas, y los arbolitos torcidos que después supe son característicos de esta isla, los Divi. Son como la brújula natural de Aruba, todos mirando al suroeste, debido a los vientos que soplan en la isla. Palmeras enormes que completaban este combo de colores difícil de olvidar. Aterrizamos y ya se sentía esa brisa caliente, ese vientito acompañado de voces y gente apurada por ingresar al aeropuerto, donde había aire acondicionado, lógicamente. Hicimos la fila detrás de una pareja, y me pongo a conversar con una señora mayor, ¿qué raro, no? ¬, que yo me ponga a conversar, y con personas mayores. Esta señora dice: es la tercera vez que vengo a Aruba, no voy a otros lugares, esto es un paraíso. Bueno, pen...