Una Navidad diferente
Por primera vez en mi vida aterrizó en un lugar tan frío. De andar de musculosas, short y ojotas pasé al simpático ritual de encimar camiseta térmica, pulloveer y camperita impermeable de plumas. Luego media fina, media gruesa, pantalón también impermeable, botas,guantes,gorros y cubre orejas. Y como si todo esto fuera poco...capa de lluvia y paraguas. Ahora si, ya puedo salir a la calle a disfrutar y conocer. Nueva York es una ciudad que apasiona, enmudece, sorprende y alucina. Así todo junto, me sorprende paso a paso. La cena del 24 fue en un piso 48 en un restaurante que gira permanentemente y mientras veo a la ciudad más hermosa que haya conocido. Luces infinitas, edificios altísimos y carteles enormes de publicidad en colores me dejan sin palabras. Enmudezco de a ratos, dejo de sacar fotos y miro al cielo... Agradezco a Dios por este momento en este lugar maravilloso. Feliz Navidad!!! Mókira