ARMENIA. Un nuevo destino, muy diferente al resto
Después de tres largos vuelos y de varias horas de espera entre ellos llegamos a Yerevan, la capital armenia con los sentimientos a flor de piel. En este destino no haremos playas ni recorreremos shopping buscando novedades electrónicas. Venimos con el expreso motivo de cerrar capítulos sangrientos y de conocer un poco más de esta tierra donde nacieron los padres de mi compañero de vida.
Mucho se ha dicho acerca del Genocidio Armenio en manos de los turcos, pero nada ha sido suficiente como para alivianar y preparar en cierto modo el corazón para lo que nos esperaba.
Con este viaje matábamos dos pájaros de un tiro, por un lado queríamos volver a ver al Papa Francisco y por el otro remendar viejas heridas con el pasado.
Nuestro Hotel estaba justo frente a la Plaza de la República en pleno centro de la ciudad y afortunadamente en esa plaza se estaba armando el altar en el que, al día siguiente el papa haría la Oración por la Paz.
Lo primero que hice, apenas llegamos por la noche, fue sacar mi bandera y colgarla en la ventana de la habitación. Aunque duró poca mi alegría. A la mañana siguiente la gente del Hotel me la sacó, dijeron que por seguridad. De todos modos yo estaba feliz viendo los preparativos de lo que sería la primera visita papal a este país. El hecho de volver a ver a Francisco me emocionaba de sobremanera.
Arrancamos el primer dìa conociendo el monte Ararat donde cuenta la historia que allí encalló el arca de Noé y comenzó el nuevo mundo. Visitamos el monasterio de Khor Virap que se encuentra al pie del monte. Mucho sol y calor en esta zona. Horas más tarde el papa lanzaría una paloma blanca al cielo, junto al patriarca Armenio Karekin II.
Khor Virap |
Monte Ararat al fondo |
Después fuimos al Museo de Historia, frente a nuestro Hotel y lo que vi ahí dentro ( no permiten fotografiar nada) no se asemejaba en nada de lo que vería horas después en el Monumento a las Víctimas del Genocidio, hecho que se registró entre 1915 y 1922 y donde murieron más de 1.5000.000 personas, entre hombres, mujeres, niños y ancianos.
El monumento está en una colina, al oeste del Río Hrazdan y muy cercana a Ereván.
Allí está la llama eterna de Tsigernakaberd que simboliza el duelo que no acaba. Estar en ese lugar, tan minimalista en construcciones pero tan cargado de emoción fue un golpe al corazón. La estela, esa pirámide finita y alta, mirando el cielo representa el renacer de los armenios.
En vano fueron mis preparativos, exploté en llanto al poner el pie dentro de ese monumento. Las 12 columnas inclinadas de basalto, formando un círculo representan a las 12 provincias armenias perdidas y que en la actualidad pertenecen a Turquía. Y la muralla de 100 metros, tiene los nombres de las ciudades y aldeas armenias masacradas.
A su alrededor hay cientos de pinos plantados por diferentes personalidades del mundo en memoria y reconocimiento del Genocidio Armenio. ( el Papa también lo plantó)
Monumento al genocidio Armenio |
Llama eterna |
12 losas de basalto gris |
El nudo en la garganta que se me formó es inexplicable a la hora de expresar con palabras esa sensación. Sentí una desesperada tristeza, impotencia, dolor y hasta solidaridad para con los antepasados de mi compañero. pensar que sus padres quedaron huérfanos y lógicamente fueron a parar a vaya a saber a que orfanato. Luego fueron enviados en barco a la argentina como refugiados.
En este lugar sólo se oye una música de fondo, como un lamento. Caminamos en silencio por respeto y porque nuestros corazones estaban muy movilizados. Imposible no llorar, imposible no sentir dolor, imposible no solidarizarse.
Cuando logramos reponernos de tanta emoción entramos al Museo. Jamás vi cosas tan horrendas. ¿Cómo puede el hombre ser tan cruel con sus semejantes? No logro entender tanta crueldad, tanto daño, tanta saña. Fotos, videos, documentos de la masacre. No puedo creerlo, una nación entera diezmada, mujeres que vieron morir ahogados a sus bebés, Mujeres y niñas que fueron violadas, torturadas, ultrajadas, vejadas y cuantas palabras horrorosas más. Niños que vieron morir a sus padres, que los vieron agonizar. Fotos de los responsables de tanto sadismo. Los implementos de tortura, las pinzas, etc..etc.
Y pensar que los turcos lo siguen negando.
Y lo que vi, no es una película de terror, es la realidad. Ocurrió, es cierto, y la herencia dolorosa que dejó el genocidio ? Como negar tanto dolor ? Cómo hacer para salir adelante después de haber vivido semejante historia?
Salimos de ese lugar con el corazón hecho pedazos, con el alma trincada, con los ojos rojos de tanto llanto acumulado.
Primer objetivo parcial del viaje: Cumplido- Con dolor, pero cumplido.
Ahora, vamos tras nuestro segundo objetivo. rezar con el Papa...allá vamos !!!!!!
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